Fue unos meses a caseros y su strato roja, se hizo el torbellino que hoy suena en la radio. La ceniza no caía desde su cigarro y estaba en sus ojos desarmándote. Alquiló una rana rubia, tibia y haragana. Se moría de ganas de matarla, una linda damita de concordia, el más bello fuselaje que jamás lustró. Le hizo un par de promesas imprudentes y así fue que de ella se aburrió. Las minitas aman los payasos y la pasta de campeón.
El pibe de los astilleros nunca se rendía. tuvo un palacete por un par de días. Rapiñaba montado a los containers, el maldito amor que tanto miedo da. Fue por una lluvia que realmente moje, que pusiera fin a su aventura. Un final feliz para pimpollos, allí estaba, al fin, acechándolo. Ciertos reyes no viajan en camello, ellos andan al tranco del amor. esos tipos soplan con el viento al rebaño y su temor.
El pibe de los astilleros nunca se rendía. tuvo un palacete por un par de días. Rapiñaba montado a los containers, el maldito amor que tanto miedo da. Fue por una lluvia que realmente moje, que pusiera fin a su aventura. Un final feliz para pimpollos, allí estaba, al fin, acechándolo. Ciertos reyes no viajan en camello, ellos andan al tranco del amor. esos tipos soplan con el viento al rebaño y su temor.
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